Hemos de tener en cuenta que es un problema basado en el placer, y los problemas basados en el placer son mucho más resistentes que los basados en el miedo, y requieren una intervención muy específica. El vómito pasa de una forma de compensar el exceso de comida a un grandioso placer. Estamos ante un problema con un funcionamiento propio que nada tiene que ver ya con la anorexia o la bulimia.
En algunos manuales es considerada como una variante (con conductas de eliminación) de la anorexia nerviosa o bulimia nerviosa. Sin embargo es un trastorno con una estructura diferente a la anorexia o la bulimia. Lo cierto es que son comunes en la base pero cuando se constituye se convierte en un trastorno totalmente diferente.
De la misma forma que el hidrógeno o el oxígeno dan como resultado una cualidad emergente que nada tiene que ver con ellos, el agua, aquello que algunos psicólogos denominan bulimia nerviosa purgativa, y anorexia nerviosa purgativa, desde la Terapia Breve Estratégica se conoce como vomiting: un trastorno diferente a la anorexia o a la bulimia, que precisa de un abordaje específico porque se convierte en una compulsión basada en el placer: comer para vomitar, no para compensar, que tiene poco que ver con la anorexia o la bulimia.
Es un ritual placentero que consiste en comer para vomitar. Tan placentero que guarda un gran parecido con la relación sexual. De hecho, con frecuencia acaba sustituyendo a las relaciones sexuales y se conoce como el amante secreto o el demonio tentador.
Se pueden ver las mismas fases que en la relación sexual: