La terapia psicológica en oncología: la importancia del psicooncólogo

INDICE DE CONTENIDOS

01 – ¿Cómo la terapia psicológica mejora la vida de las personas enfermas de cáncer?

02 – ¿Qué es la psicooncología y de qué forma puede ayudar a una persona enferma de cáncer?

03 – No sólo se cura una enfermedad, también se cura una persona

04 – Miedos más comunes que siente la persona con cáncer

05 – ¿Cómo funciona la terapia psicooncológica en las distintas fases de la enfermedad?

06 – El papel del psicooncólogo puede ser de vital importancia en el entorno de la persona con cáncer

07 – Problemáticas habituales a las que se enfrenta la persona enferma de cáncer y cómo se trabajan desde la psicooncología

07 – ¿Cómo el psicooncólogo se plantea la intervención psicológica en el cáncer durante todas las fases de la enfermedad?

¿Cómo la terapia psicológica mejora la vida de las personas enfermas de cáncer

El diagnóstico de cáncer hace saltar por los aires el equilibrio de la persona en todas sus esferas vitales. Tiene que hacer frente a sus miedos y dolores sin tiempo para ello. El objetivo del psicólogo es acompañarlos de la forma más serena y constructiva posible, respondiendo a unas demandas que irán variando de sesión en sesión, para restablecer o mantener la calidad de vida de la persona en el menor tiempo posible.

El cáncer es algo brusco e imprevisto que altera el equilibrio individual e interpersonal, paralizando la capacidad de la persona y creando un clima de incertidumbre.
Mahe

¿Qué es la psicooncología y de qué forma puede ayudar a una persona enferma de cáncer?

De modo general, la psicooncología persigue limitar el impacto psicológico de la enfermedad en el paciente, su familia y el equipo de sanitarios, así como trabajar los factores psicológicos y de comportamiento en la prevención, diagnóstico y cura del cáncer.

Cada persona tiene una forma diferente de responder a la enfermedad, por lo que la terapia siempre debe ser hecha a medida. Por ejemplo, hay muchas diferencias entre una persona con un diagnóstico en fase no avanzada, respecto a los que están en fase terminal o en una recidiva.

No sólo se cura una enfermedad, también se cura una persona

David Sojo Psicólogo Psicoterapeuta en Bilbao - ¿Qué es la psicooncología y de qué forma puede ayudar a una persona enferma de cáncer?

El paciente y la familia buscan un profesional que sepa de qué está hablando, que le transmita seguridad y que no le de falsas esperanzas.

“Si se cura una enfermedad, se gana o se pierde; pero si se cura a una persona, te garantizo que se gana siempre, más allá del éxito de la terapia.”
Hunter Adams

Miedos más comunes que siente la persona con cáncer

David Sojo Psicólogo Psicoterapeuta en Bilbao - Cáncer

Patología física: miedo a tener síntomas físicos que provoquen dolor.

Decidir tratamientos: La posibilidad de elegir diferentes tratamientos es un derecho que sin embargo, en estos casos, puede convertirse en un peso insostenible, generando emociones difíciles de gestionar. El tratamiento del cáncer es un recorrido lleno de imprevistos que llevan a la inseguridad y a la impotencia.


Consecuencias de los tratamientos: cicatrices, caída de pelo, etc…


Muerte: un miedo siempre muy presente. En palabras de Giorgio Nardone, no podemos controlar la muerte, cuándo viene ni cómo viene. Pero sí podemos empeñarnos en tener una buena vida, cuidada y dotada de significado para tener una buena muerte. La conciencia de la propia muerte es lo que nos distingue de los demás animales, sin embargo en occidente vivimos de espaldas a ella, tratando de esconderla. Por ejemplo, en la antigüedad, lo más temido era la muerte repentina, porque no te dejaba tiempo para preparar el gran viaje y despedirte de tus seres queridos. Hacer las paces con la muerte es esencial para aprovechar lo que nos quede de vida, sin caer en la trampa de pensar que tenemos algo que perder.


No ser capaz de resistir psicológicamente: frente a la persona emerge una terrible montaña que la desborda. 


Perder sus roles (trabajo, familia…): la persona siente inseguridad e incertidumbre con todo, y el miedo a perder sus roles (trabajador, o jefe, o padre, o madre…), es muy común.

Económicos: perder el trabajo, no ser capaz de afrontar pagos o dejar cargas a la familia, son preocupaciones que generan miedo y, en ocasiones, culpa.

¿Cómo funciona la terapia psicooncológica en las distintas fases de la enfermedad?

La terapia psicológica para personas con cáncer debe adaptarse constantemente a las demandas de la persona. Lo que trae la persona a la siguiente sesión con frecuencia tiene poco que ver con lo trabajado en la anterior.

Pre – diagnóstico: cuando se está esperando un resultado que desmienta o confirme si hay cáncer

La enfermedad puede detectarse en una fase temprana por casualidad (revisión), caso en el que hay más probabilidades de éxito, o no aparecer y avanzar silenciosamente hasta que aparecen los síntomas, complicando todo. Es una fase de intensas emociones y reacciones de alarma e inseguridad que puede aparejar reacciones como la búsqueda contínua de señales en el propio cuerpo. Las angustiosas esperas resultados de pruebas o tener que elegir especialistas, son tareas agudizan esas emociones.

El papel de la terapia psicológica en la fase de pre-diagnóstico del cáncer

Esta particular fase se caracteriza por emociones intensas y una visión catastrofista. La persona descubre algo y entra en un bucle de autoexamen en busca de señales de enfermedad. La espera de los resultados de las pruebas que confirmen el infausto diagnóstico, es una autentica tortura. Tener que elegir expertos profesionales en este estado, se convierte en algo realmente difícil. El papel del psicólogo es ayudar a la persona a manejar las intensas emociones para mantener el rumbo.

 Diagnóstico: se confirma que la persona tiene cáncer

Momento difícil para quién lo comunica y para quién lo recibe. Suele empezar con incredulidad y desorientamiento para dar paso a una fase de rabia. Una reacción habitual es la de observarse continuamente para evaluar el progreso de la enfermedad. Es fundamental indagar cuánto quiere saber la persona de su condición. Puede querer delegar, o puede querer tomar las decisiones, la familia puede pedir que no se diga todo, etc. La modalidad y el momento de la comunicación del diagnóstico va a influir en cómo la persona percibe y reacciona a la enfermedad. 


Por ejemplo, decírselo cuando no quiere saber nada, perjudicará el afrontamiento. La forma de comunicar debe asegurar que la persona ha entendido. Informar cuando la persona no quiere saber, complica el proceso porque no asimila lo que pasa. Hay que respetar los tiempos de la persona.

El papel fundamental del psicooncólogo en esta fase de la enfermedad

Las emociones de esta fase pueden ir desde la incredulidad inicial hasta la rabia. La persona con frecuencia tiene un acercamiento a la fe, a algo más grande que le sirva de apoyo. El pensamiento no se aparta un segundo del cáncer, y autoobservarse puede convertirse en una compulsión. El psicooncólogo debe ayudar a la persona y a su familia a encarrilar estas emociones para llegar a una cierta estabilidad que permita seguir adelante con el tratamiento.

Tratamiento: la persona empieza a tratar el cáncer

Dependerá del tipo de intervención (cirugía, quimioterapia, radioterapia…), pero todos alteran de modo drástico y negativo la vida de la persona y sus allegados. Exige una readaptación contínua de la vida de la persona y de sus emociones. Cuando se acaba el tratamiento, la persona con frecuencia siente un vacío y una sensación de abandono, ¿y ahora qué?. Se consigue lo que se buscaba desde el inicio, y aparece un bajón tanto físico como psicológico. Aquí es fundamental guiar a la persona a retomar su vida perdida a causa de la rutina de la enfermedad y los tratamientos.

La función de la terapia psicológica en la fase de tratamiento de cáncer

El estado emocional de la persona y su familia dependerá de la fase de la neoplasia, de su estado físico general, de cómo hayan ido las posibles cirugías, y de los efectos de la quimioterapia o la radioterapia. Esto exige un readaptamiento contínuo de la terapia para adaptarse a lo que necesitan.

Recidiva: vuelve a aparecer el cáncer después de un tiempo de haberlo superado

Reaparición de la enfermedad pasado un tiempo. Puede ser en una forma parecida, o más compleja y grave. La esperanza de haber superado la enfermedad se desvanece y la probabilidad de síntomas psicológicos aumenta.

¿Que puede ofrecer en este momento de la enfermedad la psicooncología?

La persona vuelve a encontrarse en un momento de alarma, agravada con la idea de que sea algo incurable. Es importante ayudar a la persona y a su familia a mantener la ruta, porque a veces vuelve a recuperarse. Por desgracia otras veces las pruebas (TAC, PET…) y los análisis de sangre, confirman los temores. Entonces pasamos a un cuidado paliativo que busca mejorar las condiciones del último periodo de vida de la persona.

Fase terminal: la persona se enfrenta al final de su vida

Por desgracia, a veces ya no hay nada que hacer, y el intento de curar la enfermedad termina pero la cura de la persona y su familia debe seguir. Es importante que el paso del tratamiento antitumoral al paliativo, sea paulatino y aceptado por la persona. El final de la vida es diferente para cada persona, la información que quiere, su estado físico o psicológico… En la medida de lo posible se busca mantener la autonomía de la persona.


Crucial estar ahí para cuando la persona quiera compartir lo que siente (muerte, cargas familiares…), manejando la necesidad de llenar los silencios: no hay que buscar la frase perfecta, se trata de estar. En palabras de Eli Saby, el silencio es la forma más alta de la palabra, y comprenderlo es la forma más alta del ser humano.


La familia puede tener miedo a comunicar cosas difíciles de aceptar, sin embargo los pacientes, en su gran mayoría, prefieren saber las cosas.

¿Cómo puede ayudar la terapia psicológica a la persona enferma de cáncer y a sus familiares en este momento de la enfermedad?

La terapia dependerá de si la persona está en casa o en un centro especializado. Puede que tenga que soportar dolores o problemas respiratorios. La psicoterapia va encaminada a apoyarles en este recorrido médico, psicológico y espiritual para sobrellevar el dolor. El final de la vida es diferente para cada persona: hay quien necesita compartir sus preocupaciones, hay quien no, puede ser la persona misma quien anime a la familia, puede no aceptar la situación… La psicoterapia deberá adaptarse a sus demandas.

Problemáticas habituales a las que se enfrenta la persona enferma de cáncer y cómo se trabajan desde la psicooncología

Imagen corporal

Es aquello que pensamos de nuestro cuerpo. Deriva de la percepción de uno mismo en relación consigo mismo, con los otros y con el mundo. Tiene una dimensión cognitiva (ideas con las cuales valoramos el cuerpo), y otra emotiva (las emociones que generan esos pensamientos).

El papel del psicooncólogo en relación a la imagen corporal

Importante indagar esta esfera desde el principio, por los cambios que pueden darse: perder el cabello, una mastectomía… que no son fáciles de asimilar, para que la persona vaya reelaborando esa imagen corporal.

Las emociones

Rabia y dolor son las emociones más comunes, tanto en la familia como en el paciente.

La frase: ¿por qué a mí?, es muy frecuente, e indica que la persona está en un momento crítico en que necesita ayuda, pero al mismo tiempo puede rechazarla de plano y cerrarse en sí misma. También es común entre los familiares, que por otra parte, con frecuencia son el chivo expiatorio con los que la persona descarga, generando mucho malestar.


En una segunda fase, cuando la persona ve que la rebelión no es posible, un fuerte sentido de desconfianza y depresión suele sustituir a la negación y la rabia. Cuanto más se acerca la muerte, más acusada es la depresión.

El papel del psicooncólogo en relación a las emociones

Hemos de tener especial cuidado en pensar que, dadas las circunstancias, los síntomas psicológicos son normales (depresión, ansiedad, problemas sexuales, dificultades de adaptación…), porque se tiende a infravalorarlos y a no tratarlos cuando sería necesario hacerlo. Hemos de verificar su alcance para ayudar a la persona a gestionarlos.

La sexualidad

Puede parecer que no tiene que ver con la superación de un cáncer, sin embargo, la recuperación de la vida sexual es muy importante. La falta de deseo sexual es común, sin embargo, casi todos los problemas sexuales derivados de un tumor son temporales, y los que persisten, son mejorables. Es importante tener en cuenta cuánto se ha visto afectada la masculinidad o la feminidad de la persona. 


La dispareunia (dolor en las relaciones sexuales) es común porque a menudo los tratamientos provocan cambios en la microbiota vaginal. También la evitación ante el miedo a sentir dolor. La anorgasmia, tanto masculina como femenina, suele aparecer, por lo que hay que investigar si los tratamientos o cirugías tienen algo que ver.


La quimioterapia puede afectar directamente al deseo sexual o indirectamente, porque perder el cabello, una mastectomía, las contínuas nauseas… hacen que la imagen de uno mismo se vea alterada.

El papel del psicooncólogo en relación a la sexualidad

La sexualidad es una de las partes más importantes de la vida de cualquier persona. Habrá fases del tratamiento en las que sea imposible mantenerla (náuseas, dolor…), pero otras en las que su ausencia se debe a los miedos e inseguridades provocadas por la enfermedad y los tratamientos, y deberemos reconducirla.


Está comprobado que las personas que más sexo tienen, son aquellas que lo practican: cuando menos sexo tienes, menos sexo quieres. En ocasiones habrá que volver a trabajar sobre la parte de intimidad, cariño, cortejo mutuo… que conducen al sexo.

Las relaciones

La enfermedad con frecuencia empuja a la persona a un progresivo aislamiento, porque la persona se siente distinta, porque se siente sin fuerzas para socializar, por el qué dirán si me ven así, porque en casa se siente más seguro….

El papel del psicooncólogo en el aspecto de las relaciones

Cuando una persona cree que va a ser rechazada, actúa de forma huidiza (cabeza gacha, no saludar…). Los demás no saben que la persona se comporta así por sus miedos, y responden también de forma huidiza, confirmando el miedo al rechazo de la persona, completando el bucle y haciendo que se aísle aún más. El psicooncólogo debe ayudar a la persona a recuperar las relaciones, sacándola de este tipo de bucles y reestructurando cualquier tipo de creencia limitante al respecto.

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5 Consejos para encontrar

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