Es una técnica conocida con el nombre de cómo empeorar, que se basa en una lógica no ordinaria: en vez de pensar cómo alcanzar nuestras metas, pensaremos en cómo no alcanzarlas. Esta técnica parte de una estratagema china que dice: si quieres enderezar algo, primero aprende a torcerlo aún más.
Debemos preguntarte: si yo quisiera asegurarme de que voy a volver a fracasar con mis propósitos, ¿qué tendría que hacer o dejar de hacer?
Te darás cuenta de que para volver a fracasar, sólo tienes que volver a plantear tus propósitos de la misma forma que has hecho años atrás, que principalmente consisten en:
La fuerza de voluntad es la fuerza menos confiable del universo, no podemos fiar nuestros objetivos a la fuerza de voluntad, porque vamos a fracasar. Nuestra mente tiende al ahorro de energía, y la fuerza de voluntad es muy escasa.
Tienes que crear un entorno que facilite aquello que quieres conseguir.
Por ejemplo:
Es preferible apuntarse al gimnasio cutre de debajo de casa que a ese molón que está a 30 min.
Tener comida sana en casa. Si quieres cambiar tu alimentación pero parece una tienda de chuches, mal vas…
Hacerse con una aplicación que nos limite el acceso a las RRSS. Proponerte no acceder a las RRSS cuando las tienes ahí a un click, no funciona, hazlo complicado.
Participación en este medio para hablar de los propósitos del nuevo año.
Las personas no fallamos en nuestros propósitos porque no estemos lo suficientemente concienciados con la salud o el ejercicio físico, son las emociones las que nos sabotean, y tratar de mentalizarnos no va a funcionar para manejarlas.
La palabra motivación viene de movimiento, esto es, es consecuencia de lo que hacemos. Si esperamos a estar motivados para empezar, es probable que no empecemos nunca. Tenemos que empezar sin ganas a dar pequeños pasos, la motivación será una consecuencia de lo que vayamos logrando.
Empieza sin ganas, las ganas vendrán…
Tener objetivos es esencial: para el marinero que sabe a dónde va, todos los vientos son gestionables, para el que no sabe a dónde va, todos son desfavorables, que decía Séneca.
Un buen objetivo debe de ser:
Normalmente no fallamos en los objetivos porque sean muy ambiciosos, sino porque damos pasos demasiado grandes que nos llevan al fracaso y al abandono.
La clave para conseguir grandes cosas es aprender a dar pequeños pasos: vista larga, paso corto. Cuanto más grande es el propósito, más pequeño debe de ser el paso, no hay paso demasiado pequeño.
Como decía Jhon Weakland, cada pequeña cosa que haces te lleva a otra pequeña cosa que te lleva a otra, si te centras en hacer la más pequeña y luego la siguiente, y la siguiente… pronto te verás haciendo cosas grandes, habiendo hecho sólo pequeñas.
Los hábitos son como trenes que nos llevan a donde queremos llegar. De hecho somos aquello que hacemos repetidamente, decía Aristóteles, la excelencia es un hábito. Entonces lo primero es construir ese tren. Por ejemplo, si nunca has hecho ejercicio de forma rutinaria, no empieces con una hora diaria, proponte hacer 10 - 15 min al día para construir el hábito y más adelante vas aumentando el tiempo.
Puede también que quieras quitar algún mal hábito, y el problema de los malos hábitos es que suelen estar basados en el placer, y el placer ofrece la resistencia más sublime, de hecho los problemas basados en el placer son más resistentes que los basados en el miedo.
Lo primero que tienes que preguntarte es ¿ese hábito lo quiero erradicar de mi vida o lo quiero normalizar?
Si lo quiero normalizar me lo tengo que conceder. Por ejemplo, los dulces o la comida basura: decía Oscar Wilde que la única forma de librarse de la tentación es caer en ella, y si yo me concedo de vez en cuando un capricho, podré gestionar esas tentaciones.
Por ejemplo, en vez de tratar de no beber más cerveza, concederse todos los días una cerveza de la marca que más le gusta de la forma que más le gusta en el sitio que más le gusta. Cuanto más placer le pongas, menos vas a beber y más control vas a tener sobre la cerveza.
Si lo quiero erradicar lo tengo que ritualizar: hacerlo obligatorio para convertir el placer en tortura. Por ejemplo en el porno, se obliga a la persona a verlo a unas determinadas horas para manejar la compulsión.
Spoiler: no funciona con el tabaco o la cocaína porque hay una sustancia de por medio.
Recuerda, para conseguir tus propósitos del nuevo año, huye de la fuerza de voluntad y los grandes cambios, y crea un entorno que te facilite hacer lo que tienes que hacer para conseguir esos propósitos.
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