La autoestima es el valor que me doy a mí mismo, cuánto me estimo. Se trata de una valoración personal que cada persona desarrolla a lo largo de su vida y que influye en su bienestar emocional, social y profesional. En este artículo, explicaremos cómo construir y fortalecer una autoestima sana, desmontaremos algunos mitos y ofreceremos estrategias prácticas para mejorarla.
Según el psicólogo William James, la autoestima corresponde a la distancia que hay entre cómo me veo y cómo me gustaría verme. Cuanto menor sea la distancia entre ambos, mayor es nuestra autoestima.
Desde los inicios de la psicología hasta ahora, muchos estudios se han ocupado de estudiar la autoestima, concluyendo que no es un rasgo fijo ni inmutable como el color de los ojos, sino una construcción dinámica que puede cambiar con el tiempo y las experiencias, tanto para empeorar como para empeorar, porque la autoestima no está determinada únicamente por factores internos, sino que también se ve influenciada por el contexto social y las experiencias individuales.
La autoestima es un tema ampliamente discutido que a menudo se simplifica en exceso. Veamos algunos mitos comunes:
01
Muchas personas creen que se nace con o sin autoestima. Sin embargo la autoestima no es un don del cielo, es una conquista diaria que se desarrolla a través de experiencias, aprendizajes y relaciones... Nietzsche decía que en cuanto a seguridad personal se refiere, hay dos tipos de personas: aquellas que traen la seguridad desde la cuna (pocas y normalmente peligrosas), y aquellas que (la gran mayoría), da igual lo que consigan, siempre están luchando contra una inseguridad interna que, bien gestionada puede ser muy adaptativa.
02
La identidad es un don social, son los otros los que me dicen quién soy. De hecho, para conocerse a uno mismo, es más eficaz preguntar a los otros que encerrarse en una habitación a reflexionar sobre nosotros. Sin embargo, si bien el apoyo social es importante, la autoestima debe provenir de una evaluación interna, no solo de los elogios o aprobación de los demás. Basar nuestra autoestima en la validación externa puede hacerla frágil ante la crítica o la falta de reconocimiento.
03
Asumir retos puede ser positivo, pero fijarse objetivos inalcanzables o tratar de alcanzar un supuesto estado en el que se alcanza la seguridad 100%, genera una paradoja: como no existe tal estado, cuanto más lo busco más inseguro me siento, lo que se conoce como el síndrome del impostor.
03
a autoestima no responde a criterios racionales, por mucho que te repitas a ti mismo lo mucho que vales, no va a cambiar. La autoestima se construye actuando, cambiando el comportamiento.
03
uno de los mayores errores a la hora de trabajar la autoestima es dar pasos demasiado grandes. Cuanto más grande es el paso, más grande es la probabilidad de fallar y de volver, no sólo al punto de partida, sino a una desconfianza aún mayor.
¿Sientes que tu autoestima necesita un impulso?
Agenda tu primera sesión hoy y empieza tu cambio. ¡Da el primer paso hacia una versión más segura de ti mismo!
La autoestima es un concepto complejo que abarca distintas dimensiones:
01
Autovaloración
La opinión que tenemos sobre nosotros mismos y cómo nos percibimos en diferentes ámbitos de la vida.
02
Autoeficacia
La creencia en nuestra capacidad para lograr lo que nos proponemos y afrontar desafíos de manera efectiva.
03
Reconocimiento del valor propio
La capacidad de apreciarnos sin depender de la validación externa, lo que implica una sana relación con la autocrítica.
04
Capacidad de autocrítica constructiva
Evaluar nuestras acciones sin caer en la autodestrucción emocional, permitiéndonos aprender de los errores y fortalecer nuestra identidad.
Conócete a ti mismo. Identifica tus puntos fuertes, debilidades y valores esenciales. Según la terapia breve estratégica, cuanto más conscientes somos de nuestros patrones de pensamiento y comportamiento, mejor podemos manejarlos para fortalecer esa autoestima. Reflexiona sobre ti mismo y pregunta a tus personas de confianza cómo te ven en esas facetas que quieres cambiar o mejorar.
Fija metas alcanzables en aquellas áreas que son importantes para ti y avanza hacia ellas con paciencia: cuanto más grande es tu meta, más pequeños deben de ser los pasos que des. Evita compararte con otros y concéntrate en tu propio progreso, siempre habrá personas mejores que tú en todo, simplemente trata de mejorarte.
El problema nunca es fallar, es no corregir. Afrontando los malos momentos desarrollas la capacidad de superar problemas, reforzando la autoeficacia y la sensación de control.
Dedica tiempo al bienestar. Practica deporte, medita, lee o haz cualquier cosa que te aporte equilibrio y felicidad.
Rodéate de personas que te apoyen y te valoren. Evita personas que minan tu autoestima y aprende a poner límites cuando sea necesario. La calidad de nuestras relaciones influye directamente en la forma en que nos vemos a nosotros mismos.
Muchas veces minimizamos nuestros logros. Aprende a aceptar el reconocimiento con gratitud y sin restarle importancia. Construir una autoestima saludable implica validar nuestras fortalezas y aprender a celebrar los avances. Cuando recibas un cumplido, evita rechazarlo y simplemente responde con un "gracias" sincero.
Una gran autoestima está hecha de pequeños cambios
Regístrate ya! y descarga el manual para superar el dolor de cabeza.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar su visita a nuestra página. Más información