Las 4 herejías de la terapia breve estratégica

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Nuestra realidad es un esquema de esquemas, una interpretación de interpretaciones

Paul Watzlawick

No existe una sola psicología sino muchas y diferentes escuelas de psicología, que tienen maneras muy diferentes de ver a las personas a sus problemas y sobre todo, a cómo solucionar esos problemas.

La Terapia Breve Estratégica es más que un modelo psicoterapéutico; es una escuela de pensamiento sobre cómo las personas se relacionan consigo mismas, con los demás y con el mundo.

Basada en el constructivismo, su postulado básico es que la realidad que percibimos (incluidos los problemas y las patologías) es el fruto de la interacción entre cada persona y la realidad. Se considera que los trastornos son modos disfuncionales de percibir la realidad que generan reacciones igualmente disfuncionales. Si cambia esa manera de percibir, también cambia la forma de reaccionar, y con ella las emociones y pensamientos que la acompañan.

El primer modelo de terapia breve fue formulado por un grupo de científicos del Mental Research Institute de Palo Alto (Watzlawick, Weakland, y Fisch, 1974; Weakland et al., 1974), que sintetizaron sus investigaciones sobre comunicación y terapia familiar con las contribuciones hipnoterapéuticas de Milton Erickson.

Las modernas estrategias que se aplican a una amplia variedad de trastornos no lo son tanto, porque están basadas en las artes persuasivas de los sofistas, el budismo zen, el arte chino de la estratagema o el arte griego de la metis, y tienen el propósito de romper la rigidez del trastorno, reorganizando el sistema perceptivo-reactivo de la persona hacia un equilibrio más funcional.

A partir de ese primer modelo se fueron desarrollando otros, como el enfocado en la solución de De Shazer, el familiar estratégico de Madanes y Haley o el breve estratégico elaborado por Nardone y Watzlawick. Con el tiempo, se fueron desarrollando terapias para trastornos específicos, como el modelo de Yapko para la depresión, el de los abusos sexuales de Madanes o los de Nardone para los trastornos de pánico, fóbicos, obsesivos o alimentarios.

Como ha sucedido a lo largo de la historia, antes de aceptar una teoría nueva que rompe con lo establecido, ha de pasar un tiempo en el purgatorio para ser reconocida. La terapia estratégica ya ha demostrado su eficacia en muchos trastornos, basándose en una epistemología y lógica diferentes a las de los modelos tradicionales.

 Las 4 herejías de la terapia breve estratégica

1. Nuestra realidad es un esquema de esquemas, una interpretación de interpretaciones

Los seres humanos no se relacionan directamente con la realidad, se relacionan con una construcción de ésta.
Categorizaciones, esquemas, atribuciones, inferencias o pensamientos, son sistemas de representación con los cuales accedemos al mundo. Por lo tanto no se interesa tanto en los sujetos o los objetos en si, sino en las relaciones que se establecen entre los sujetos o entre los sujetos y los objetos. El foco se pone en la relación que tiene la persona consigo mismo con los demás y con el mundo, y no tanto en sí misma.

2. Saber porqué empezó una guerra no me ayuda a ganarla

Se busca un saber cómo más que un saber porqué. El trastorno psíquico está determinado por la percepción de la realidad propia del sujeto, que construye una realidad ante la que reacciona con una lógica y una conducta disfuncional. El problema ya no es tanto porque empezó el problema si no cómo se mantiene.
Aquí es donde entra en acción el constructo básico de la terapia estratégica: la solución intentada: una solución que una ocasión ha mostrado ser buena y resolutiva, puede convertirse en el verdadero problema aplicada en otro momento o a problemas aparentemente iguales. A menudo los intentos de cambiar no hacen más que mantener o empeorar la situación. Como decía Oscar Wilde, las peores obras se han producido siempre con la mejor de las intenciones.

3. Conocer no significa superar

La Terapia Breve Estratégica  se basa en una causalidad circular, no en una lineal. Si bien la ciencia ha portado en estos últimos años unos impresionantes avances aplicando la lógica lineal cuando aplicamos esta a los trastornos psíquicos y conductuales.
Se vuelve ineficaz porque la relaciones de los humanos consigo mismo con los demás con el mundo son circulares lo que yo hago afectaba otra persona que responde y me vuelvo afectar a mí yo respondo y le voy a aceptar y así sucesivamente los problemas cinco segundos cuáles son más circulares que lineales.
No se busca un trauma originario si no una dinámica que sostiene el problema.

Para ello se buscan prescripciones directas indirectas paradojas sugestiones o restructuraciones que rompen la rigidez del sistema relacional y cognoscitivo que mantiene la situación problemática y que hagan posible un saldo lógico para salir del problema logrando un nuevo equilibrio psicológico el terapeuta asume la responsabilidad de influir directamente en el comportamiento o en los pensamientos.
Si una terapia funciona los resultados deben aparecer rápidamente o por lo menos determinados indicios de cambio si esto no sucede probablemente la estrategia no es buena.

4. Si quieres ver, aprende a obrar

Se da por hecho que el obrar sigue al pensar. Desde el punto de vista estratégico esto es, el constructivismo radical, este proceso se invierte. Si llevamos a la persona a actuar diferente, el pensar y el sentir, cambian. Jean Piaget demostró claramente que la adquisición de nuevos aprendizajes tiene lugar solo por un proceso que va de la experiencia al conocimiento.

Por tanto, se busca hacer vivir a la persona nuevas experiencias preceptivas que cambien sus reacciones. El programa terapéutico desarrolla estrategias teniendo en el punto de mira los objetivos previamente previstos, y debe reorientarse según los efectos observados. Una estrategia que puede ser eficaz para un problema determinado en un momento determinado de la terapia, puede no serlo en otro. No se deben aplicar las técnicas como si fueran simples recetas o trucos si no va a estar creativamente a cada persona en particular llegará contexto determinado los principios lógicos de la formación y solución de los problemas.

Resumiendo:

  • El peso del pasado se sobrevalora a la hora de solucionar problemas actuales.
  • Conocer no significa superar.
  • Razonar y entender no es la mejor forma de tratar los problemas psicológicos, porque ninguno es causado por la falta de información o la incomprensión.
  • Actuar diferente es más fácil y más eficaz que pensar diferente.

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